En mi percepción, el fin de cualquier método de crecimiento personal está destinado a ayudar a las personas a encontrar su propósito en la vida y a dar lo mejor de sí mismo.

Existen muchas formas de lograr el objetivo afortunadamente, porque cada persona tiene sus propios valores y resuena con una técnica distinta, por lo tanto, todas las terapias y técnicas de crecimiento tienen su lugar en el universo.

El Método Demartini no es una terapia como tal. Este método enseña una forma de pensamiento más innovadora y adaptada a los nuevos tiempos que estamos viviendo, ya que está basada en los principios de la física cuántica. Nos enseña a beneficiarnos de las leyes universales para conseguir experimentar una vida de propósito.

Este método está basado en la respuesta de una serie de preguntas que están realizadas con un fin determinado para traer equilibrio a nuestra mente y gratitud en nuestro corazón.

Es interesante recordar la famosa frase de Einstein “La calidad de nuestra vida depende de la calidad de las preguntas que nos realizamos”, pues este método nos enseña a hacer preguntas de calidad para tener una vida inspirada y conectada con nuestra esencia.

El método Demartini es una forma de ver “el cuadro completo” sin juicios, miedos ni culpabilidades. Éstas, son las emociones que nos impiden ver la verdadera realidad.

Cuando se equilibran las emociones y podemos ver el “cuadro completo”, conectamos con nuestra esencia. A través del equilibrio mental y la gratitud en el corazón, conocemos nuestra verdad; y con nuestra verdad, llegamos a descubrir nuestro verdadero propósito en nuestra vida. Cuando nos alineamos con nuestro verdadero propósito de vida y trabajamos en esa dirección, es cuando encontramos la felicidad. No existe otra forma de encontrar la felicidad si no es encontrando nuestro propósito en la vida y vivir alineados con él; todo lo demás es una fantasía.

La diferencia de éste método de crecimiento personal con las demás terapias es que se consiguen resultados visibles en poco tiempo: Se adquiere un equilibrio mental y espiritual que nos hace aceptar y amar el mundo tal y como es, sin necesidad de que nada cambie.

Se adquiere una comprensión hacia nosotros y hacia las personas que hace que nuestro amor incondicional crezca hacia la verdadera naturaleza de cada uno.

Con el Método Demartini se pueden trabajar cualquier caso que se produzca en la vida de cualquier ser humano. Como pueden ser: casos de depresión, pérdidas de pareja, pérdidas de trabajo, pérdida de ilusión en la vida, percepción de traición, frustración, etc.

En definitiva, se puede trabajar cualquier circunstancia que nos lleve al desequilibrio emocional por cualquier causa que pueda presentarse en nuestra vida.

Los beneficios que se encuentran después de trabajar con este Método son innumerables.

Entre otros;

– Disminución del estrés y el ruido mental, ya que, al neutralizar las emociones y percibir el equilibrio universal, el ruido mental cesa, abriéndonos al amor universal.

– Disminución del grado de estrés físico, ya que está demostrado que el estrés mental produce estrés en el cuerpo físico.

– Mejora de la salud del cuerpo físico. Debido a la claridad mental conseguida gracias al equilibrio de las percepciones, tomamos conciencia de nuestro cuerpo físico y de cómo se comunica con nosotros. Escuchamos a nuestro cuerpo y lo tratamos con amor y conciencia.

– Ahorro de tiempo al conseguir resultados visibles en menos tiempo.

– Ahorro de dinero ya que, en pocas sesiones se consigue equilibrar las percepciones distorsionadas de miedos, culpas y distintas emociones que son las que nos causan nuestro sufrimiento y dolor.

– Mayor independencia ya que, esta técnica se puede aprender y se puede utilizar en nuestro día a día de forma libre e independiente.

– Mayor autoestima al percibir nuestra aportación en el mundo y el servicio que ofrecemos amorosamente.